El vietnamita no espera al Têt, Año Nuevo Lunar, para encender un incienso, pero cada vez que viene esta fiesta tradicional, lo prende para evocar a los antepasados con una convicción de que existe una conexión entre el mundo real y el imaginativo. El hecho de que encendamos un incienso significa la permanencia de nuestros ancestros.
No hay ninguna explicación convincente de por qué el vietnamita enciende tres inciensos (o un número siempre impar) para rezar ante un altar. Se dice que viene de la teoría de tres "objetos valiosos" del Budismo. A la luz del Confucionismo, los tres inciensos representan al cielo, la tierra y el hombre y el número 3 es sinónimo de signo positivo.
La confección de varillas de inciensos no es tan difícil como la agricultura, por lo que todo el pueblo de la aldea de Doc La, desde los ancianos hasta los niños pequeños, conocen bien las fases de producción. La amasadura se realiza por las personas fuertes para hacer la masa flexible. La elaboración y el envasado se llevan a cabo por los ancianos y niños, mientras que el secado necesita las manos hábiles de las mujeres.
La introductora de esta artesanía fue una muchacha con el nombre familiar de Nam, nativa de esta aldea. Era hermosa, educada, hábil y trabajadora. Cuando creció, se casó con un hombre de una lejana aldea. Una vez, en una visita a su tierra natal, vio que los aldeanos eran pobres, y para que se ganaran la vida ella les enseñó a hacer inciensos, una artesanía tradicional de la aldea nativa de su marido. Poco a poco, la confección de varillas de inciensos se ha convertido en una labor hereditaria.
Los ingredientes de los inciensos incluyen docenas de materiales de hierbas. Todos son molidos hasta convertirlos en polvo y se mezclan en una proporción específica. Su núcleo está hecho de bambú, que se quema fácilmente. Dos tercios de la vara están cubiertos con polvo de incienso. El incienso en espiral tiene ingredientes similares, pero con un pegamento adicional, ya que no tiene el núcleo de bambú. Algunos aldeanos todavía mantienen la forma tradicional de secar los palillos esparciéndolos en estantes bajo el sol y la brisa, para que se sequen completamente y retengan el color y el aroma.
La confección de inciensos es un trabajo minucioso que requiere diligencia en todas las fases del proceso. Esta artesanía también está relacionada con la vida espiritual y la práctica de rendir culto, por lo que los productores deben ser honestos y no contaminar su manufactura.


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2 comentarios:

    Tuà dijo...

    Osti em pensava que eren escombres! :-S

  1. ... on 25 de noviembre de 2009, 21:04  
  2. Monika dijo...

    Que bona!! :-P

  3. ... on 25 de noviembre de 2009, 21:54