El ángel árbol tuvo 36 hijos, cada uno de los cuales ayudaba en el negocio familiar: el diseño de árboles. Cada tres años el anciano organizaba un encuentro en el que escogía un nuevo árbol entre todos los diseñados por sus numerosos hijos.
Su hijo más joven, Tieu Ly, se había casado recientemente y tenía un hijo. Tieu Ly estaba tan emocionado con su hijo pequeño que podía pasarse todo el día observándolo. Un día, mientras jugaba con su bebé, Tieu Ly se inspiró para diseñar un nuevo árbol.
Este árbol, decidió, tendría un tronco gordo con grandes hojas, y sería tan suave como la piel de su bebé. El árbol daría unos frutos deliciosos, con sabor a leche y melaza, y tendría la forma de los dedos de un bebé. Además, cuando el fruto estuviera maduro, sería fácil de coger para unas manos pequeñas.
Tieu Ly se puso a trabajar, creando un árbol de hojas enormes. Cuando su hijo fuera mayor, pensó Tieu Ly, estas hojas podrían protegerlo de la lluvia o el sol. Terminó el árbol y lo plantó en su jardín, muy satisfecho con su obra. Por desgracia, Tieu Ly no fue el único atraído por este nuevo árbol. Un pájaro gigante, viendo ese extraño árbol, se acercó a investigar. Cuando Tieu Ly le dio la espalda, el pájaro robó todas las semillas del árbol.
Tieu Ly volvió a la mesa de dibujo. Decidió que, para proteger el árbol de aves ferozes, el árbol se reproduciría por sus raíces. Las semillas permanecerían en el fruto, pero nunca brotarían.
El pájaro observaba el trabajo de Tieu Ly con interés. Esa noche, se introdujo en el jardín y se comió gran parte de la fruta. Tieu Ly se pasó muchas noches sin dormir tratando de proteger su árbol. Pero en el momento en que cerraba los ojos, el pájaro descendía y robaba el preciado fruto.
Una noche, Tieu Ly despertó por un sobresalto al ver al pájaro tirando la fruta del árbol. Tieu Ly se lanzó sobre el pájaro, pero era demasiado rápido, atrapando únicamente un puñado de plumas. El pájaro, sin embargo, se alarmó al estar a punto de ser atrapado y, a partir de entonces, se mantuvo más atento a las manos de Tieu Ly. Esto dio a Tieu Ly una idea: haría agrupaciones de los frutos y les daría la forma de una mano humana. El pájaro vio brotar del árbol lo que parecían unas manos del árbol y tuvo demasiado miedo de acercarse. La fruta, entonces, maduró y el árbol creció fuerte y recto.
Finalmente llegó el momento de que el ángel del árbol revisara los árboles de sus hijos. Tieu Ly fue el último en aparecer, poniendo su arbolito al lado de las creaciones de sus hermanos. Había unos árboles increíbles, algunos grandes, otras pequeños, y de muchos colores diferentes.
El ángel del árbol se detuvo junto a cada árbol y escuchó las explicaciones de sus hijos. Cuanto más veía, más impresionado estaba por la creatividad de sus hijos. Por último se paró ante el árbol de Tieu Ly. Cuando Tieu Ly explicó que su árbol fue diseñado para complacer a los bebés, el viejo estubo encantado. Con una risa alegre, anunció que el árbol de Tieu Ly era el diseño ganador.
Todo el mundo comentaba la entrada de Tieu Ly como el "último" de los árboles. La palabra vietnamita "última" es "cuoi", y esta palabra antiguamente se pronunciaba mal, como "Chuoi", o banana.
Hoy en día, las "manos" de un plátanero/banano tiene más de cinco dedos. Dado que a los niños les encanta comer plátanos, el árbol de Tieu Ly se ha adaptado para darles más frutas. De esta manera el banano continúa sirviendo a los fines de su creador Tieu Ly, el hijo menor preferido del ángel árbol.


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