Los juguetes "Tò he" son figuras esculpidas con masa de arroz de colores, que hacen que no sólo los niños vietnamitas, sino también los adultos los encuentren tan interesantes ...
Antiguamente, representaban diferentes héroes y gente común de la vida cotidiana, animales simbólicos como dragones o fénix, o de la vida diaria como búfalos de agua, flores y todas las cosas bellas de los cuentos de hadas y de la historia. Los niños se reunian en un lugar común en la aldea para escuchar las historias, ver al rey y a las mandarinas en sus elaborados trajes hechos por hábiles artesanos, e imaginar el mundo de los héroes y las hadas.
Los fabricantes de "Tò he" no enseñan el oficio a las mujeres por que estos temen que sus hijas revelen preciosos secretos comerciales a las familias de sus maridos.
La receta del éxito en la creación de un "Tò he" reside en la preparación de la masa. Primero se muele el arroz convirtiéndolo en polvo fino, luego se vierte agua sobre el polvo y se mezcla hasta lograr una masa pegajosa. Se coloca la masa en una olla con agua, se lleva el agua a ebullición, y se cocina la pasta durante una hora. Cuando la masa sube a la superficie, se sumerge, y emerge de nuevo, ya puede retirarse del fuego. Luego se aplican siete colores: blanco, negro, verde, amarillo, violeta, rosa y rojo. Los niños pueden comerse el "Tò he" después de jugar con él.
Hacer "Tò he" no da mucho beneficio. Los materiales de pasta de arroz, los palos de bambú y los colorantes son baratos y asequibles. Un artesano sólo cobra a los clientes por su paciencia y delicadeza. Los clientes pueden hacer sus pedidos y pagan en función de la satisfacción con el resultado, que es solo cuestión de miniutos. La base del "Tò he" para el comercio es la alegría de la gente, no el dinero.



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