Hoy solo queda un pequeño trozo de ella debido a la construcción de las Torres de Hanoi (Somerset Gran Hotel), pero esta prisión fue utilizada durante la guerra de Vietnam para albergar a los pilotos americanos capturados por las fuerzas vietnamitas. La que los pilotos llamaban irónicamente “Hanoi Hilton” es ahora un museo que guarda imágenes y elementos de tortura utilizados en la prisión de Hỏa Lò de Hanoi (en vietnamita: “horno ardiente”). En ella estuvo retenido Pete Peterson, que sería embajador de EEUU en Vietnam bastantes años más tarde y un conocido más reciente, John McCain’s, el candidato a la presidencia de EEUU en 2008. Algunas fotos muestran el momento en que se capturó al primer prisionero americano, al que pasearon por las calles de Hanoi como quien muestra un trofeo de guerra.
La prisión fue construida por los franceses en 1896 durante la época colonial francesa para albergar 450 internos, número que aumentó a cerca de 2000 presos años más tarde. Los revolucionarios vietnamitas se hacinaban en salas donde estaban unos al lado de otros, acostados en literas de madera y atados con grilletes en los pies. Parte del museo trata de esta época francesa, donde muestras de ello puede verse en fotografías y en representaciones con muñecos que hay en algunas salas.
Uno de los elementos más representativos es la imponente guillotina que hay en una de las salas de tortura. En ella decapitaban a los revolucionarios vietnamitas y metían sus cabezas en cestos de mimbre.
Un paseo por las celdas te hace imaginar la crudeza del lugar. Paredes altas, con muros oscuros, con una gran puerta de hierro con rejas y una pequeña ventana donde entra un poco de luz es todo lo que tenían los prisioneras que allí estuvieron alguna vez retenidos.
Para finalizar, hay un cartel al lado de unas fotografías de prisioneros americanos que dice:
"Del 5 de Agosto de 1964 al 24 de enero de 1973, el Gobierno de EEUU llevó a cabo dos guerras de destrucción por mar y aire contra el Norte de Vietnam. El ejército del Norte y la población abatieron miles de aviones y capturaron a cientos de pilotos estadounidenses. Pese a haber cometido crímenes indecibles contra nuestra gente, los pilotos estadounidenses no sufrieron venganza alguna una vez capturados y detenidos, sino que se les dio comida suficiente, ropa y cobijo. Siguiendo las disposiciones del Acuerdo de París, nuestro Gobierno devolvió en marzo de 1973 a todos los pilotos capturados al Gobierno de EEUU."



Hoi An es también famosa por sus farolillos. La tradición de decorar las calles con estos farolillos, tiene más de 400 años de antigüedad. Se trata de una celebración romántica y nostálgica de una época más tranquila.
Con la intención de preservar el carácter antiguo de su ciudad, los residentes de Hoi An decidieron revivir la práctica de la utilización de farolillos de colores. Desde 1998, se declaró el "Festival de los Farolillos" una noche al mes, coincidiendo con el día 14 del mes lunar (luna llena). Se apagan todas las luces del casco antiguo y se cuelgan farolillos de seda (con la estructura de bambú), vidrio y papel en los pórticos y ventanas. Los televisores, las radios, las luces de las calles y las luces de neón se apagan. El río Thu Bồn, que se extiende por el centro de la ciudad, se llena de centenares de farolillos en forma de flor de loto (Hoa đăng) flotando pacíficamente en él, cada uno simbolizando un deseo. El olor de la cera y el incienso llena el aire.



Vu Lan Festival, también conocido como el día de la madre en Vietnam, tiene lugar la séptima luna llena del calendario lunar.

Un día, cuando estaba meditando, Muc Kien Lien, uno de los 10 principales discípulos de Buda, vio a su difunta madre sufrir las torturas del infierno, condenada a causa de las malas acciones que había cometido durante su vida.
Vio que su madre se estaba muriendo de hambre y no tenía nada que comer. Muc Kien Lien convocó todos sus poderes espirituales para traerle un plato de arroz - pero la comida fue convertida en cenizas antes de que pudiera llevársela a la boca.
Cuando volvió de nuevo al mundo físico, le pidió a Buda sabiduría para ayudar a su madre y cumplir con su deber como hijo piadoso. Buda le aconsejó que se reunieran todos los monjes y los devotos y que orasen juntos en ese día (que este año cae el 13 de agosto en el calendario occidental).
Las oraciones combinadas demostraron ser tan poderosas que lograron la liberación, no sólo de la madre de Muc Kien Lien, sino también de un gran número de almas. Desde entonces, en la festividad de Vu Lan - también Día de las almas errantes - las puertas del infierno se abren para dar a las almas atormentadas 24 horas de distracción.


La tradición continúa hoy en día: las familias ponen ofrendas de flores, frutas, pasteles de arroz glutinoso, yuca hervida, camote y caña de azúcar para alimentar las almas de sus antepasados.
El festival es una ocasión para expresar su gratitud a los antepasados ​​difuntos, especialmente a las madres.
Durante la ceremonia, se hacen ofrendas para rescatar a un máximo de siete generaciones de antepasados ​​de cualquier miseria que podrían sufrir. Durante el mes, cada familia puede elegir un día para hacer una fiesta y quemar incienso delante de la casa para invitar a los espíritus a comer.
Después de que el incienso se ha quemado, los niños pueden disponer de la comida. Nadie les detendrá, ya que se cree que los espíritus pueden enfadarse si lo hacen.
Una tradición más de este día para expresar su agradecimiento y aprecio hacia sus madres, es visitar una pagoda, a menudo con una rosa. Miles de personas acuden a las pagodas llevando rosas rojas si sus madres están vivas o rosas blancas si sus madres han fallecido. La rosa siempre ha sido un símbolo de amor y de compartir entre padres e hijos, independientemente de su origen social.


El bánh mì es un bocadillo típico de la cocina vietnamita elaborado con una baguette de pan blanco y harina de arroz. El bocadillo contiene algunos encurtidos de zanahorias, daikon, cebollas, cilantro, y bien carne o tofu. Los rellenos más populares del bánh mì incluyen cerdo, paté, pollo y chicharros. El contraste de sabores y texturas es una de las características de este bocadillo, equilibrado y lleno de matices, con los sabores frescos de los encurtidos, la textura cremosa de la mayonesa, los aromas del cilantro, el toque ligeramente picante, la jugosidad de la carne… así como su bajo coste (unos 10.000 dongs), lo que lo convierte en un alimento muy popular de Vietnam.Es parte de la herencia francesa, ya que Vietnam fué una colonia de Francia y los franceses fueron los encargados de importar este alimento o mejor dicho, esta tradición culinaria.